Charlando con un amigo que lo empecé a conocer hace poco, lo cual no significa que sea un amigo menor, al contrario, lo considero un gran amigo porque entiendo que es una gran persona. El me comentaba que a sus amigos les decía, delante de sus novias, lo difícil que se le hacía encontrar una buena mujer con la que pueda mantener una relación estable. Estaba muy apesadumbrado porque sus amigos no entendían por qué el se quejaba y no disfrutaba del envidiable "beneficio", de tener una mina por 2 o 3 meses para un toco y me voy. Inmediatamente me dí cuenta que no me encontraba muy lejos de ese pensamiento, y de hecho, comparto su apesadumbréz por así decirlo.
Terminado el comentario, pero no el tema de charla, a los pocos minutos surge una ex-compañera de trabajo y hace el mismo comentario sobre las mujeres que ya no quedan y agrega: "para nosotras también está difícil conseguir un buen hombre". Ahí es donde me pongo a pensar si el problema es de ellas, de ellos o de todos nosotros, que, cuando las temperaturas de una relación aumentan nos derretimos y dejamos de mantener la firmeza necesaria para sostener dicho vínculo. O cuando la relación se torna fría y algo monótona, no tenemos la creatividad, inventiva, dinamismo y flexibilidad necesaria como para evitar endurecernos tanto, tanto, hasta el punto de rompernos en pedacitos. Como el Alquitrán en pleno verano o invierno. Ya sea una o la otra, cualquiera de esas formas es una muy buena excusa para terminar una relación y lo que es peor, las causas justificadas de nuestros fracasos no reconocidos.
Espero que esta reflexión les sirva, aunque sea para darse cuenta que la cosa no se da porque somos todos los que fallamos en algo, porque estamos inmersos en una ola de histeria generalizada o porque realmente no se tiene que dar. Gracias por su tiempo de lectura. Luz, Paz y Amor para todos!
Terminado el comentario, pero no el tema de charla, a los pocos minutos surge una ex-compañera de trabajo y hace el mismo comentario sobre las mujeres que ya no quedan y agrega: "para nosotras también está difícil conseguir un buen hombre". Ahí es donde me pongo a pensar si el problema es de ellas, de ellos o de todos nosotros, que, cuando las temperaturas de una relación aumentan nos derretimos y dejamos de mantener la firmeza necesaria para sostener dicho vínculo. O cuando la relación se torna fría y algo monótona, no tenemos la creatividad, inventiva, dinamismo y flexibilidad necesaria como para evitar endurecernos tanto, tanto, hasta el punto de rompernos en pedacitos. Como el Alquitrán en pleno verano o invierno. Ya sea una o la otra, cualquiera de esas formas es una muy buena excusa para terminar una relación y lo que es peor, las causas justificadas de nuestros fracasos no reconocidos.
Espero que esta reflexión les sirva, aunque sea para darse cuenta que la cosa no se da porque somos todos los que fallamos en algo, porque estamos inmersos en una ola de histeria generalizada o porque realmente no se tiene que dar. Gracias por su tiempo de lectura. Luz, Paz y Amor para todos!
2 comentarios:
Martín, muy buena reflexión, estoy totalmente de acuerdo en lo de histeria generalizada, estamos tan acostumbrados a las relaciones "Combo 1" al estilo McDonalds, que muchas veces nos olvidamos lo que significa disfrutar de un buen restaurant. Las relaciones llevan tiempo e inventiva y eso es algo que vale la pena probar.
Esta muy bueno el articulo, me encanto como esta escrito.
Abrazo y nos vemos, Mauro?
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